" ¡Si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad como conoce lo que le falta!." (Mario Benedetti)
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Sabes cómo es el galgo?. Quieres adoptar o ser casa de acogida pero no tienes información acerca de esta raza?. ¿Necesitas crear su fondo de armario, ropa, collares, chapas? ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre estos patilargos?
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lunes, 12 de enero de 2015

“AYUDA!! HE PERDIDO A MI GALGO…!”



“AYUDA!! HE PERDIDO A MI GALGO…!”
(Cuántas veces en los últimos meses hemos visto esta frase…?)

Han pasado las fiestas navideñas y con ellas se ha puesto de manifiesto un problema añadido al tan temido abandono y maltrato de galgos y podencos. Aunque éste sigue siendo el principal foco de lucha de muchas protectoras nos deja un mal sabor de boca descubrir la cantidad de pérdidas de canes que se están produciendo en nuestro país en el último mes.
Nos vamos a centrar en galgos y podencos.  Alarmante es la cifra de la que a través de redes sociales tenemos conocimiento, muchos de ellos siguen sin aparecer y otros (cinco en la última semana), los más desafortunados han sido encontrados, muertos en cunetas al haber sido atropellados en su huida.
Según adoptantes y casas de acogida la causa común es que, tras haberse asustado por ruido de petardos, han salido huyendo. De un tirón se han salido del collar o estaban sueltos por el campo o parque y al oír el ruido han huido despavoridos y desorientados.

Mucho hemos hablado en este blog sobre galgos y podencos y su carácter en un intento de asesorar e informar a todas las personas que se han decidido a incorporar uno de estos animales en su familia,  artículos que nos gustaría recordar como:
"El galgo de casa"
 ▬►http://thempsbox.blogspot.com.es/2013/02/el-galgo-de-casa.html
o más reciente:
"Los galgos se escapan?"
 ▬►http://thempsbox.blogspot.com.es/2014/12/los-galgos-se-escapan.html

En esta ocasión volvemos a hacer hincapié en el tema, que se está convirtiendo en un grave problema. Debemos concienciarnos de que nada nos vale rescatar un galgo o podenco de una vida miserable si lo entregamos a personas que, aun con buena voluntad, poco o nada saben de esta raza. Apelamos una vez más al sentido común de adoptantes y casas de acogida, quienes como premisa deberían acatar y seguir al pie de la letra y sin cuestiones todas y cada una de las recomendaciones o pautas dadas por las asociaciones.

La adopción de galgos se extiende por toda la geografía Española, muchos son los abandonados y también las personas dispuestas a compartir su vida con uno de ellos.

Me encuentro con cantidad de particulares y nuevas asociaciones formadas por personas amantes de los animales que harían cualquier cosa por salvar la vida de un animal y pensando que éste, estará mejor en una casa que en la calle, perrera o chenil de una protectora, sin tener conocimiento sobre las particulares características de esta raza, aceptan adopciones sin unas garantías mínimas y los entregan a cualquiera que pide adopción sin un cuestionario o entrevista exhaustiva; personas que entregan un galgo como si se tratara de un perrito pastor,  y que por desconocimiento no pueden determinar la idoneidad de un particular para tener un galgo y al que tampoco podrán asesorar convenientemente.

Por otro lado, adoptantes o casas de acogida mal asesorados o que, habiendo sido perfectamente aleccionados, poco o nada se han informado sobre la naturaleza del animal que acogen o adoptan.  Parece que basta con ver a Cesar Millán para creernos unos expertos educadores; o como ya hemos tenido perros antes, tenemos la certeza y la confianza de que haremos lo correcto tomemos la decisión que tomemos. Pero como ya estamos viendo, estas decisiones valientes tratándose de galgos y podencos están teniendo como resultado unos fatídicos desenlaces.
Si un galgo o podenco ha entrado o va a entrar en nuestra casa vamos a dejar de creernos encantadores de perros, vamos a dejar de comparar los conocimientos que adquirimos tratando con el pastor alemán de la familia y vamos a empezar de cero como si tuviéramos que aprenderlo todo desde el principio. Por supuesto que todo suma y será una baza a nuestro favor haber tenido experiencias anteriores con perros, pero vamos a evitar ponerlo en práctica hasta que se establezca un firme relación de confianza con nuestro nuevo amigo.

Como ya hemos dicho en anteriores artículos lo primero que trabajaremos con nuestro galgo será esa relación de confianza; él ha de entender que somos su fuente de vida, su seguridad, protección y supervivencia depende de nosotros. Solamente cuando el galgo o podenco haya entendido esto, se habrá creado el vínculo de una estable relación de confianza. Conseguirlo puede llevar meses e incluso años, dependerá del carácter del animal pero sobre todo influirá la vida que haya llevado anteriormente. Nuestra empatía y sentido común han de ser determinantes para establecer esta relación.


Por qué tocamos el botón que dice NO TOCAR?
Vamos a empezar por el principio: confiamos nosotros en quien no conocemos? confiaríamos nuestra vida a quien nos acaban de presentar?, efectivamente la respuesta es NO. Entonces por qué damos por sentado que el recién llegado ha de hacer lo contrario? Porque le hemos dado una semana o  mes de comer y una cama mullida donde dormir?  Y viceversa, por qué confiar nosotros en ese perro que nos acaban de entregar?. Acaso le conocemos, sabemos de sus costumbres o de su vida…?
Presuponer no es saber. Por lo tanto el principio será el conocimiento.

Si una de las pautas principales que nos han dado es que “hasta que no se haya establecido esa relación de confianza no se suelte al galgo en lugares abiertos”, por qué hacemos lo contrario?  La falta de conocimiento y confianza mutua unida a desafiar las sugerencias y pautas están teniendo como resultado cantidad inaceptable de animales perdidos; o lo peor: muertos o desaparecidos.
Entre el ajuar con el que debemos dotar a nuestro galgo es imprescindible "a modo de prescripción médica" el collar anti escape o martingale, una buena correa y si es muy miedoso, desconfiado y asustadizo un arnés especial para ellos.  

Ya sabemos que el galgo aunque curioso también es un animal cauto y desconfiado, que si ha llevado una vida de encierro y maltrato será esquivo, temeroso y huidizo, pero seguimos llevándolos al parque en épocas festivas y los soltamos alegremente esperando que esos ruidos ensordecedores que hasta a nosotros nos sobresaltan  no produzcan en ellos ninguna reacción. Esperamos además que si se asustan no salgan corriendo si no que vengan a refugiarse a nuestras lado, bajo unas piernas que no conocen y en las que no confían.

A estas alturas ya sabemos lo que hacemos mal, sabemos por qué se pierden y está claro que podemos remediarlo. Tenemos que pensar que nuestros amigos nunca dejarán de ser  niños” a los que hay que vigilar. Depende de nosotros su seguridad y tomar algunas medidas para  minimizar los riesgos que llevan a posteriores lamentos

El galgo, siempre deberá de ir provisto de su collar anti escape, bien ajustado a la parte más estrecha del cuello (son muy bonitos pero no son un adorno, si no está bien ajustado no sirve de nada) ; una correa fuerte y larga si vamos a pasear por ciudad, si es muy asustadizo y desconfiado lo acompañaremos de un arnés especial
Nunca y bajo ningún supuesto, soltaremos al galgo o podenco en calles o parques que no estén vallados. Si ya lleva tiempo con nosotros y tenemos esa relación de confianza, mucho cuidado con soltarlo donde haya animales pequeños (perros, gatos) ya que se suelen asustar y salir corriendo propiciando la persecución por parte del galgo que lo puede llevar hasta una calle con tráfico.
Nunca soltaremos al galgo dentro de ciudades en épocas festivas donde hay uso de petardos o fuegos artificiales. Si queremos que corra lo llevaremos a lugares alejados donde los inesperados ruidos no puedan asustarlos. Un galgo o podenco puede sobresaltarse fácilmente y aunque pensemos que no se separará de nosotros puede salir corriendo aunque tan solo sean unos escaso metros de separación en una calle con tráfico pueden tener el peor de los finales.
Si nuestro galgo o podenco ya lleva tiempo con nosotros, hemos creado fuertes lazos y ya está educado, podemos llevarlo al campo o al monte pero siempre nos anticiparemos y extremaremos las precauciones.

  • Es conveniente que estas salidas o excursiones puedan hacerse en compañía de otros perros, mejor si son galgos a los que conozca
  • Si vamos a realizar una caminata es importante llevar algunos útiles:  Un silbato con el que le habremos educado en la llamada (el silbato tiene un pitido agudo que se puede escuchar y diferenciar a larga distancia), unos prismáticos, agua (para ofrecerle evitando que se aleje a buscarla si tiene sed), salchichas o alguna chuche que le guste, un abrigo para él o ella si estamos en invierno y una manta con su olor que dejaremos en el coche.
  • Si llegamos al lugar en coche esperaremos diez minutos antes de emprender la marcha, dejaremos que el perro reconozca el lugar que haga allí sus necesidades. es muy importante.
  • Si lo llevamos suelto estará vigilado, no dejes que se confié demasiado; le llamaremos si vemos que se aleja y le llevaremos unos minutos a nuestro lado,  dejaremos que huela el lugar y lo marque.
  • Es importante poder llegar a un punto alto y con visibilidad pues el galgo toma referencias del lugar desde los puntos más altos que le permiten divisar todo el entorno
  • Volveremos, en la medida de lo posible, por el mismo camino.


Cómo actuaremos en caso de que nuestro galgo salga corriendo en el monte o campo tras una presa o se asuste y se desoriente:

Los galgos no son fondistas, la carrera de un galgo que persigue una presa dura alrededor de dos minutos, algo más si está huyendo asustado antes de que pare a tomar aliento, pero por su velocidad puede que en ese momento se haya alejado bastante de nosotros.

  • No salir corriendo y gritando tras él, guardaremos la calma y caminaremos hacia donde le hemos visto marcharse, pitaremos tres o cuatro veces y le llamaremos con voz firme, evitaremos llamarle con voz asustada. Si se ha asustado y corremos tras él solo hará que se asuste aún más y no pare.
  • No nos alejaremos demasiado del lugar donde lo hemos perdido en un perímetro de 150 metros continuaremos pitando y llamándole con intervalos de tiempo.
  • Permaneceremos en el lugar unos 20 minutos puede que se haya despistado y tarde en volver a encontrar el lugar. Mientras tanto contactaremos con amigos y personas cercanas para que estén preparados y puedan ayudarnos en la búsqueda  en caso de que no aparezca.
  • El dueño volverá al lugar del coche por el mismo camino por donde emprendió la marcha, sin dejar de pitar y llamarle; el resto de la gente iniciada la búsqueda, lo harán en sentido contrario al que huyo el galgo, siempre que el lugar hacia donde corre no sea donde hemos dejado el coche. Evitarán hacer demasiado ruido y no le llamarán, pues las voces de extraños harán que sienta un nuevo peligro, además demasiadas voces en diferentes sentidos solo pueden confundirlo más
  • Una vez llegamos al lugar del coche, seguiremos pitando recorreremos los alrededores.
  • Si el galgo o podenco está bien familiarizado y confía en nosotros lo normal es que rastree el lugar hasta donde comenzamos la marcha, así que deja una manta fuera que tenga su olor siéntate en el coche y no te muevas hasta que aparezca, es probable que lo haga durante la noche y tendrás que estar ahí para recibirle y hacerle ver que no le has abandonado


Si vas a acoger o adoptar un galgo, busca información y lee atentamente sobre sus características y necesidades.  Sigue al pie de la letra cada una de las recomendaciones y pautas que te den desde la asociación. No confíes en la suerte pues soltar un galgo no familiarizado y con poca confianza es una lotería. Nunca des nada por sentado, evita correr riesgos innecesarios.  Tenemos la oportunidad de darle una vida que nunca tuvo, usemos el sentido común y no nos precipitemos. 
Recuerda que la confianza es cuestión de tiempo.


Agradecemos a nuestro patigalgo Cierzo que haya posado así de guapo para ilustrar el árticulo de la semana. Gracias Sandra y familia por cedernos la foto.

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